domingo, 4 de diciembre de 2011

EL TREVENQUE

Nuevamente nos acercamos hasta "el Rey de la baja montaña granadina", para  coronarlo. Instantánea con la que abro la presente, en ésta ya de las clásicas montañeras, y en ese punto del camino, aún en la distancia más cercana, en el que vas abriendo los ojos y dejándote atraer por este piramidal y altivo pico. Solitario,  como imantado, con poderío pero sin presuntuosidades ni lujos que le podrían corresponder por derecho, el de su rango nevadense.
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Mapa de la ruta realizada
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Perfil y altimetría de la ruta
(Para descargar el track de la ruta, pinchad en el enlace habilitado al final de la entrada)

Y por aquí andamos y despiertos, bajo un amanecer hoy, de los de punto y aparte, por acá por Granada.Allá, sobre las majestuosas cumbres de Sierra Nevada.
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Y de nuevo, hasta la Fuente del Hervidero que nos acercamos
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Comenzando la ruta junto a esta concurrida fuente; así como del famoso Cortijo Macareno, sede del popular merendero
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Y...por allí que asomaba nuestro emblemático "Rey" a coronar
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Tierras de labor de este cortijo, el de Macareno, que vamos dejando atrás con ese color tan llamativo sobre el paisaje
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Y...a entrar en calor se ha dicho! Y cómo no, caminando...Primeramente, con dirección al Mirador de la Espartera o de los Alayos
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Ya, bajo un sol de lo más agradecido y mientras vamos viendo, a nuestra izquierda, el Arroyo de Huenes como referencia


Y por aquí que sigue, desde la última, toda esta madera apilada, fruto de los trabajos forestales que se están realizando en esta zona
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Lo dicho, y porque visto lo visto y lo que nos estaba cayendo encima, que el sol se agradecía.
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Este sol de otoño, y nunca mejor visto
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Y por aquí que ya empezaba lo escrito: panel informativo del PR A21 - de "Pequeño Recorrido" - para más señas y que le da la vuelta al ruedo a esta zona tan serrana
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Señalización que se agradece y que se mantiene en pie, más bien de por nueva. Descartando hoy subir por la antigua cuesta del Freso o Fresno  y posterior vía  de acceso, la "Cuerda del Trevenque".
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Dejamos, a nuestra derecha y atrás, el Cortijo Sevilla...
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...con la Boca de la Pescá como telón de fondo trasero y algo más de aumento...
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...Y ya sí que sí, que le metemos la primera al camino del sendero; al PR-A21 como decía
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Llegando al siguiente de los paneles informativos y con estas vistas de altura...
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"Panel de las unidades geológicas de Sierra Nevada" para más señas: "Cordillera Bética", "Complejo Alpujárride"...tal y como todo esto que nos rodeaba...Y sobre el que hoy pisaríamos más concretamente, marchando pues una pequeña reseña de esta "unidad intermedia", la del Trevenque: apuntando que la mayor parte de las unidades empieza con filitas y cuarcitas, mayormente de tonos grises y azulados de edad Pérmico y Triásico inferior (290 a 240 millones de años); encontrándose sobre ellos carbonatos; calizas y dolomías, en mayor parte marmorizados, de edad Triásico medio y superior (240 a 205 millones de años)
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Además de la tierra dolomítica como al peso, en vivo y en directo
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Mezclándonos hoy en número, y por este camino al alza, con más de un montañero-senderista
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Y aquí que llegamos, hasta esta explanada situada en los Arenales del Trevenque. Con la mirada, cómo no, hacia el Rey de la baja montaña granadina-nevadense.  Punto, en donde podemos tomar, como alternativa de ascenso al Trevenque, el camino de la izquierda y que te lleva por la llamada "Cuerda del Trevenque". Cuerda que, aunque por ella se alcanzan mejores vistas en panorámica, nosotros hoy descartamos.
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Y después de esta pequeña parada para reagruparnos, por el camino  de los Arenales que vamos
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...Y con vistas al último de los "tres miles" de Sierra Nevada, a esta parte oeste: el Caballo, como telón de fondo y bajo este sol, ya de altura...
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...Desembocando en esta ancha, la más utilizada, rambla de los Arenales en un abrir y cerrar de ojos
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Y...Arenales arriba que le metemos la primera al asunto. Eso sí, hoy, con un piso de lo más compacto a consecuencia de las bajas temperaturas. Y eso, lo de pisar en "tierra dura", como que se agradecía. Estamos sobre la conocida como Rambla de los Arenales, caminando sobre los materiales carbonatados del Triásico superior (230 a 210 millones de años), que presentan este aspecto tan triturado que vemos, por encontrarse atravesados por multitud de fracturas o diaclasas que los hacen muy deleznables y erosionados, y como consecuencia de la meteorización física a la que están sometidas estas rocas, intervienen los agentes atmosféricos (temperatura, agua, viento,etc.) y el proceso de gelifracción como acelerante, que desintegra las rocas como consecuencia de la acción helada-deshielo del agua que ocupa el interior de las fracturas. Resultado final que vemos aquí de esta intensa erosión sobre la formación de material dolomítico de tamaño grava, que arrastrado por el agua tiende a depositarse en los barrancos (ramblas), dando origen a este pintoresco paisaje conocido popularmente como "arenales"
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Pero sigamos con el camino de los pasos...acercándonos y acercándonos cada vez más a la base del Trevenque, porque cuesta, cuesta andar por la rambla...
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Punto aquí, en los Arenales, en donde hacemos otra parada para reagruparnos y realizar ese primer avituallamiento matinal. A la derecha justo, queda la llamada "Puerta del Trevenque", y que tomaríamos a la vuelta de hacer cumbre.
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Y ya en serio...¡Al ataque!
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Mirada atrás, y con sorpresa: la Boca de la Pescá parecía, con las nubes, un humeante volcán.
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Y lo dicho, a meterle más que la primera...
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...Arena y cuesta...¡Como que cuesta!
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Hincando bastones, cuando y donde se podía
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Eso sí, aprovechando en el camino cualquier resalte para la fotografía y respirar un poco, que también se agradecía por todos las participantes. A la derecha-fondo vemos la aludida "Cuerda del Trevenque" como otra vía alternativa de ataque.
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Con este relieve tan característico y dolomítico a nuestras espaldas. Paisaje de lo más singular y emblemático que se desarrolla sobre dolomías alpujárrides de edad Triásico (230 a 210 millones de años) muy diaclasadas y fracturadas por ese proceso físico de los agentes atmosféricos (temperatura, agua: en sus cambios de estado, de líquido a sólido, por el efecto "cuña", principalmente)
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Y..."pino guía" al que nos dirigimos...
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Y, corroborándolo con nuestros cuerpos, hacia la verticalidad de esta cumbre piramidal asumida ya de antemano; con algunas de sus rampas de acceso hasta del 70% de desnivel como dato algo más que numérico.
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Caminando entre la abundante gayuba ( Arctotaphylos uva-ursi ). También conocida como "Uva del oso" por la debilidad que tienen estos plantígrados, donde los hubiera o haya, hacia los frutos rojos de este arbusto rastrero. Eso sí, para los humanos, sus rojas bayas, de comestibles para nada. Aunque sus pequeñas y duras hojas parecen que tienen algunos principios activos interesantes en medicina; principalmente propiedades antisépticas y antiinflamatorias.
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Y con alguna parada que otra, y más que necesaria, para la respiración. Naturalmente
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Y así, como que vamos "al desgaste" de la arista...
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Y hasta el mismísimo "Vento" que correteaba hoy por estas aristas alpujárrides. Pero de viento, nada.
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Y nosotros, mientras tanto, por aquí que andamos, caminando entre estas caprichosas rocas pulverulentas
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Y con esa ojeada al vacío...ufff. ¿cara Norte y con hielo..? ¡Como para echarse por aquí con trineo!
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Y  entre la roca pura, para señas serranas que vamos...
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...Y vamos ganando altura...
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...Centímetro a centímetro...
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...Llegando hasta este estupendo y pequeño collado, con unas vistas en privilegio del Caballo...
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...Con un total dominio de lo más sorprendente!
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Y, justo a la izquierda del pequeño collado, "colaero" por el que pasamos
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Aprovechando cualquier resalte para disfrutar del paisaje serrano. El que desde aquí se dominaba desde el Veleta, continuando, de izquierda a derecha, con los Tajos de la Virgen, Tozal del Cartujo, Tajos Altos, hasta El Caballo.
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Eh...que la cumbre está por aquí...!
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Y allí que estaba la cumbre: la del Trevenque. Tras "esos" últimos metros, caminando ahora por la vertiente que da a la Cortijuela.
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Y el padre y el hijo..."Y tu cara me suena". Y que, muchas gracias por la instantánea; que nunca "me pillo" en ninguna!
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Y hoy, porque ya tocaba, con estos bautizos montañeros...
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Y a falta de agua, qué mejor que la nieve...¡Vamos, Nieves!
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Encontrándonos con este típico y pequeño belén, tradicional ya de esta cumbre. 
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Cumbre en donde, además, nos dio tiempo hoy para todo: para la fotografía...
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...Para ese reconocimiento de cumbres a la redonda...
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...Para disfrutar visualmente de este mar de nubes; montón de montañas o montañas de montes...
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...Para disfrutar, en definitiva, de todo este magnífico relieve tan sorprendente
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Cumbres cercanas que hoy andaban como "salerosas". De ésta, nuestra Sierra Nevada, vestida hoy con sus mejores galas. Al fondo vemos los Peñones de San Francisco y parte de la Urbanización de Pradollano.
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Y cómo no, para la del recuerdo: la foto de la familia bastonera
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Y para abajo, que vamos de vuelta...
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...Por el mismo camino que nos trajo...
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Y con este pequeño mar de nubes que seguimos, como resistiéndose a la tormenta solar...
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...Y por allá arriba, la roca viva...Estamos sobre uno de los paisajes más curiosos de Sierra Nevada: los relieves ruiniformes calizo dolomíticos, en donde el color claro de las dolomías imprime al paisaje unos característicos tonos blancos y grises. Observando cómo los sectores más compactos resisten mejor la acción de los procesos erosivos y quedan preservados pequeños resaltes geomorfológicos que recuerdan construcciones de ruinas.
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Así que, frenos... ¿Para qué os queremos?
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Y los Alayos, como desaparecidos
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Pero no, que el Corazón de la Sandía, por momentos, mostraba señales de vida.
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Y de nuevo, sobre la misma piedra que tropezamos dos veces! Quiero decir, que repetimos instantánea sobre la marcha.
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Llegando al contacto con el sendero de nuevo, el PR-A21, en este punto de los Arenales. La llamada "Puerta del Trevenque, vía Nacimiento del Arroyo de Aguas Blanquillas.
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Y por aquí, con algo de nieve helada sobre estas umbrías. 
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Y con este otro y nuevo panel informativo que nos topamos; haciendo referencia a los endemismos dolomíticos-nevadenses que podemos encontrar por estos arenales. Claro está que en su época apropiada. Como por ejemplo: el Erodium astragaloides, la Lobelousia pulsatilloides y la Rothmaleria granatensis.
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Y antes de llegar al Nacimiento de Aguas Blanquillas, que giramos a la derecha tras el hito correspondiente
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Continuando la marcha ahora por este tramo del carril que econtramos completamente nevado-helado.
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Carril que tomamos como punta de flecha ->
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Atravesamos este pinar...
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...Y llegamos al Refugio Rosales
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Refugio Rosales que cuenta con una pequeña explanada, justo delante de la puerta de entrada, y con unas estupendas vistas a los Alayos. Los mismos que reaparecieron tras el agotamiento de las nubes
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¡Y marchando nuevo panel informativo! El de los Alayos en panorámica. Eso sí con esa "grave falta" en la ubicación-señalización de Picacho Alto. Mira tú por dónde, responsable del Parque Natural, del Medio Ambiente de la Junta de Andalucía o a quien le corresponda...¡Por favor, un poquito más de puntería!
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Refugio Rosales que aprovechamos para tomarnos ese bocata serrano que alimenta. La mejor parada del día, según la mayoría absoluta.
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Pero eso sí, que a los mismos minutos exactos, ya había alguien diciendo: ¿vámonos? ¡Como siempre, vamos!
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Así que carril y...suma y sigue con los pasos. Y que encantados, oiga!
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Pasando al poco por las ruinas de donde estuvo el antiguo Cortijo Rosales.
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Siguiendo con la circular del Sendero, el PR-A21; tal y como vemos:debidamente señalizado
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Y por el carril que baja hasta la Toma del Canal de la Espartera...
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..Tras curva va y viene del camino. Por allá arriba vemos el trazado del mencionado Canal de la Espartera
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El mismo que nos topamos por acá abajo; pero hoy, sin la más mínima gota de agua
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Y la silueta de los Alayos que volvía de nuevo a descandilarnos
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Llegando casi hasta la mismísima Toma del Canal o Cámara de carga, ubicada junto al río Dílar de donde se abastece.
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Y volviendo al cruce del camino, aquí y ahora, con esta otra variante de la derecha que baja del Refugio Rosales. Variante que algunos de los nuestros tomaron como recorte de los pasos.
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Caminando por la margen derecha de este valle del Dílar y todo hacia delante. 
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Al paso del otoño; otoño al trote...
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Y una vez más, escuchando la pequeña cascada de agua sobre el Dílar. Valle que se formó debido a la rápida elevación de Sierra Nevada que se produjo a partir del Mioceno superior (unos 11 millones de años en adelante), pasando las antiguas cuencas marinas, con la emersión y retirada del mar, a ser cuencas continentales, comenzando tras ello la dinámica fluvial, dando lugar al encajonamiento profundo de ríos tales como este del Dílar, Dúrcal, Huenes y Monachil.
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Y el astro rey...como jugando al escondite detrás del cresterío de los Alayos
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Por aquí y ahora, acercándonos al Barranco del Búho. Enclave que cuenta con rocas procedentes de dos conjuntos distintos, al margen del nivel superior carbonatado que aflora tanto en el Trevenque como en los Alayos y cerros próximos: por un lado un conjunto inferior de dolomías y calizas bien estratificadas (del Triásico medio (240 a 230 millones de años) y sobre este unas dolomías masivas muy trituradas y diaclasadas del Triásico superior (230 a 210 millones de años)
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Barranco del Búho que atravesamos
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Caminando de nuevo, y al poco, por los arenales dolomíticos-nevadenses más puros
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Impregnándonos de ese polvillo "carbonato cálcico-magnésico" sobre el terreno
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Así que, "senderillo que te quiero..."
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Y con esta vista atrás, que nos despedimos del Caballo
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Y vista a la izquierda ahora al Cortijo Sevilla
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Y cerrando el círculo del sendero PR-A21 que llegamos nuevamente al Collado Sevilla y estupendo Mirador de la Espartera/Alayos
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Y con los últimos pasos y pensamiento en el Cortijo Macareno/Merendero. ¿Por qué sería?
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Y del Rey Trevenque, cómo no, bajo la primera luna de diciembre que nos despedimos. ¡Un saludo y hasta la próxima!
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EL TREVENQUE (2.079 m.a.) "El Rey de la baja montaña granadina"

Sin duda alguna la ruta más emblemática de la baja montaña granadina, ya que se visita al "Rey" de la misma, tal y como se le considera a esta magnífica pirámide-atalaya montañosa, en el mundillo y argot montañero.
 Rey,  por su situación más que privilegiada dominando, con sus 2.079 m.a., la cuenca del Río Dílar y destacando en solitario sobre la orla dolomítica de Sierra Nevada. Siendo avistado, para más señas, desde numerosos puntos de nuestra geografía granadina, con una simple ojeada, a pleno y total reconocimiento.
Para ello nos dirigimos nuevamente en coche desde Granada hasta la Zubia. Dejamos atrás esta localidad, subimos hasta Cumbres Verdes (cuesta que en el pasado montañero teníamos que hacer andando, la ida y vuelta), y terminamos en el Paraje de la Fuente del Hervidero-Cortijo Macareno con su típico merendero como otro de sus usos,  aparte claro del agrícola.
Punto en donde dejamos los coches estacionados y damos comienzo con nuestra ruta,  dirigiéndonos hacia el Mirador del Canal de la Espartera o de los Alayos tras ese kilómetro escaso de distancia que los separa.
Primera parada que hacemos aquí, sobre el embovedado del Canal de la Espartera para más señas y que se encuentra sobre este magnífico mirador-collado, para reagruparnos y ajustarnos todo el equipo al cuerpo. Tomando acto seguido el PR A-21, descartando esta vez iniciar la subida al Trevenque por la antigua Cuesta del Freso o Fresno. Sendero, el PR-A21, cuyo hito de señalización queda a la izquierda de este arranque tradicional de ascenso mencionado y que te lleva de camino a los Arenales.
Y ya, todo cuesta arriba y por el mismo, primeramente que vamos ascendiendo en zig-zag; atravesamos una amplia zona de umbría y pinos, con unas estupendas vistas, a la izquierda, del Tamboril, Pico de la Carne y Cerro Gordo y salimos  a “monte abierto con las vistas del Caballo de frente.  Eso sí, ya con el piso de lo más arenoso-dolomítico, como nota dominante hoy de la mayor parte del recorrido.
 Y, vista a la derecha, cómo no, que seguimos con los Alayos de Dílar con todos sus picos más emblemáticos: Picacho Alto, Corazón de la Sandía, El Castillejo o Pico de la Virgen; y por allá al fondo el Collado del Pino. Y vista atrás: las de la Boca de la Pescá y Silleta del Padul. Llegando, en esta primera aupada-atacada, a nivelarnos, de momento, encontrándonos en los Arenales del Trevenque. Por aquí y ahora, sobre una explanada arenosa desde la que se puede tomar, si se quiere,  tras ese giro a la izquierda del camino, la llamada "Cuerda del Trevenque" hasta la ladera occidental del pico, como vía alternativa de ascenso, pero que nosotros hoy descartamos.
Punto aquí , el de esta explanación, desde donde se domina el extenso paisaje ondulado de los Arenales, y que además aprovechamos para hacer un alto en el camino para reagruparnos. Dirigiéndonos, acto seguido, a través de este modelado ruiniforme paisaje hasta la ancha y principal rambla en la que desemboca el sendero debidamente marcado.
Arenales del Trevenque en donde le metemos la primera; con la suerte hoy de que estaban duros de pisar, debido a las bajas temperaturas que habían compactado la arena a través de la humedad del suelo, sobre todo en zonas de umbría.  Y eso, la verdad sea dicha, que se agradecía.
Llegando al punto en donde este sendero de "Pequeño Recorrido, el PR-A21, gira hacia la derecha, a través de la llamada "Puerta del Trevenque" con dirección al Nacimiento del Arroyo de Aguas Blanquillas. Cruce al que volveríamos, tras hacer cumbre, y en donde aprovechamos para otro nuevo reagrupamiento; tomarnos un pequeño tentempié, y más que necesario, dado lo que tenemos de frente.
Y ya sí que sí, que con paso corto y cada uno a su ritmo pulmonar, que empezamos con la subida más importante del día.  Piso arenoso que no perdemos de vista; ahora por sendero más estrecho que el de los dejados atrás Arenales, y que nos va llevando-acercando hacia la base del Trevenque; con toda su verticalidad ya, en la posición de asalto. Pendientes algunas, hasta del 70% de desnivel como dato algo más que numérico.
Y por allí que andaba...el "pino guía"; los varios pasillos rocosos; la verticalidad hoy nevada de su cara norte y vacío, a nuestra izquierda e intocable; la planta de la gayuba que por aquí abunda; esa mirada hacia arriba, esa otra hacia abajo de vértigo; el pequeño collado con estupendas vistas hacia las estribaciones más inmediatas de Sierra Nevada, la del Caballo por excelencia; el pequeño "colaero" final y más que rocoso y al asalto. Y, cómo no, la cumbre del Trevenque, tras esa última aupada a la izquierda.
Y en la cumbre del Trevenque (2.079 m.a.), tras 2 horas desde el inicio de la marcha...pues lo que todo a nuestro alrededor se domina y dominábamos (muchas gracias día por esa claridad, ya que las nubes subían y subían hacia nosotros): máximas cumbres de Sierra Nevada, las desde el Veleta al Caballo, así como las del Dornajo, Peñones de San Francisco, gran parte de la Urbanización de Pradollano; Casa Forestal de la Cortijuela y bosque de pinos que la rodean, el Collado Chaquetas, Puntal de los Mecheros y la cuenca del Dílar por allá abajo; Collado del Pino y la orla dolomítica de los Alayos al completo; Boca de la Pescá, Silleta del Padul, la Maroma; Granada capital, su vega y conglomerado de pueblos cercanos; Cerro Huenes, Tamboril, Pico de la Carne, Cerro Gordo, Poyos de Monachil; y todo ese etcétera y etcétera de interrogantes resueltos... Sin olvidarnos hoy de las nubes, que por debajo de nuestros pies parecían un mar entre algodones. ¡Todo un espectáculo!
Cumbre en donde, por supuesto, que aprovechamos para esa magnífica y obligada ojeada en gran angular, con permiso del vértigo, y hacernos la correspondiente foto de familia bastonera. Hoy con el bautizo de los más jóvenes aspirantes a socios del Club,  y que por aquí queda documentada para el recuerdo.
Cima de la que nos despedimos, volviendo al punto de intersección del Sendero PR-A21, el mencionado anteriormente, allá sobre los Arenales del Trevenque. Eso sí, durante la bajada sin quitarle ni un ojo de encima a la más mínima de las piedras rodantes. Que si la subida se las trae...pues que la bajada se las lleva....
Pero nada que, en un abrir a tope de ojos, que nos encontramos delante de la llamada Puerta del Trevenque, retomando acto seguido el PR-A21, con dirección al Nacimiento del Arroyo de Aguas Blanquillas. Desviándonos antes, eso sí, en el cruce indicado a la derecha, por el carril que baja hasta el Refugio Rosales. Haciendo aquí la obligada parada para el bocata, tras 3 h. y 45 m. desde el comienzo de la ruta. Dicho por todos, el mejor momento del día.
Camino de vuelta que hacemos acto seguido por el carril en descenso hacia la Toma-Cámara de Carga del Canal de la Espartera, junto al río Dílar. Y de aquí, ya todo seguido y de frente, Barranco del Búho, Collado Sevilla-Embovedado del Canal de la Espartera, terminando en el merendero del Cortijo Macareno-Fuente del Hervidero.
Como siempre, aquí os dejo con estas cuantas instantáneas como prueba y muestra de nuestros pasos. Un saludo, y hasta la próxima!
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DATOS BÁSICOS DE LA RUTA
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- Itinerario: Fuente del Hervidero-Cortijo Macareno, Embovedado del Canal de la Espartera-Mirador, PR A-21; Arenales del Trevenque, ascenso a cumbre. Bajada, Arenales, Puerta del Trevenque, PR-A21, Refugio Rosales, Toma del Canal de la Espartera, Barranco del Búho, Collado Sevilla-Embovedado-Mirador del Canal de la Espartera, Cortijo Macareno-Fuente del Hervidero.
- Distancia del recorrido: 17,1 Km.
- Desnivel:  Ver perfil y altimetría de la ruta
- Dificultad: Media-alta
- Duración:  6 h. y 15 m. (con descansos incluidos);  5 h. y 30 m. sin descansos
- Tipo de recorrido: circular
- Participantes:  20 socios y amigos de nuestro Club de Senderismo El Bastón
- Agua: en la Fuente del Hervidero 
- Otra variante de esta ruta: pinchad aquí para --> ver. Y aquí, totalmente nevado: ver    
                   

                                                        Descargar el track de la ruta 

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